Uno de los mayores atractivos de este deporte, es además que personas de diferente nivel puedan competir en igualdad de condiciones. El handicap es la base de esta equiparación. Es la medida de golpes que necesita un jugador sobre los recomendados en un campo para completar su recorrido.
Por ejemplo, si una persona con handicap 20 compite con otra de 7, la primera vence si hace 12 golpes más que su oponente, si realizase 13 el juego quedaría empatado y si hace más, ha perdido. Además, el handicap permite a los jugadores competir contra sí mismos, afrontando el campo como un reto para superarlo en el número del golpes que el handicap determine.
Para la obtención del primer handicap, el federado tendrá que haber obtenido preparación suficiente (teórica y práctica) en cada Club o Federación regional. Una vez asignado, deberá abonar la diferencia de precio entre su licencia sin hándicap y la que posee, que debe solicitar. Abanada, el hándicap se hace efectivo al entrar en la base de datos de la Real Federación Española de Golf.
Por ejemplo, si una persona con handicap 20 compite con otra de 7, la primera vence si hace 12 golpes más que su oponente, si realizase 13 el juego quedaría empatado y si hace más, ha perdido. Además, el handicap permite a los jugadores competir contra sí mismos, afrontando el campo como un reto para superarlo en el número del golpes que el handicap determine.
Para la obtención del primer handicap, el federado tendrá que haber obtenido preparación suficiente (teórica y práctica) en cada Club o Federación regional. Una vez asignado, deberá abonar la diferencia de precio entre su licencia sin hándicap y la que posee, que debe solicitar. Abanada, el hándicap se hace efectivo al entrar en la base de datos de la Real Federación Española de Golf.
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