Entrevista a Carlota Ciganda

A sus 19 años, Carlota Ciganda sigue siendo la misma chica humilde y llana que hace un año dejaba el pequeño pueblo de Larraintzar por una Universidad en Arizona de 80.000 estudiantes.

¿Qué es de Carlota por Arizona?

Vivo en un apartamento con una chica italiana del equipo. Es muy simpática y nos llevamos muy bien. En el día a día no paro. Tengo clases por las mañanas y entreno por las tardes. Dos días a la semana voy al gimnasio a las seis de la mañana. Es lo más duro.

¿Cómo es la Universidad?

Es como una ciudad. Tiene 80.000 estudiantes. Somos unos 500 deportistas. Mi apartamento está a diez minutos en bici y el campo, a cinco minutos. Todo es fácil. Hay muchos restaurantes y un centro comercial gigante. Está todo muy bien organizado. En el equipo, hay una colombiana, una mexicana, una italiana, dos americanas, una noruega... Estamos diez. Son todos muy majos y me apoyan mucho.

¿En qué ha cambiado Carlota?

He mejorado mucho en el golf. En la Ulzama entreno la técnica con Rogelio, que es muy bueno. Allí he descubierto que hay muchos más aspectos. La entrenadora te habla más de la mentalidad y de la psicología. Es tan diferente... No me aburro nunca entrenando. Son creativos. Además, los campos son buenísimos y el nivel es muy alto. Como persona, siento que voy creciendo y madurando. Si quiero jugar en el futuro como profesional, creo que voy adaptándome bien.

¿Tenía miedos cuando llegó?

Sí. Era como iniciar una aventura. No sabía si iba a adaptarme. Ahora he conocido mucha gente y no me quejo. Siempre estoy con la sonrisa, porque me contagio del buen ambiente que hay. Soy feliz. Además se respira el deporte por todos los lados. Tenemos un preparador físico, un fisio, uno que nos estira... Siempre tienes apoyos y todos hacen que te sientas a gusto.

Es segunda en el ranking mundial amateur. ¿Esperaba que le fuera tan bien?

No, porque llegué en enero con la temporada empezada. Gané varios torneos y ganamos la final por equipos. Luego volví a casa en verano y me sentí muy cansada. No he jugado mal en mi primera etapa, pero creo que no he dado el cien por cien. Ahora empiezo la segunda y tengo muchas ganas de hacerlo bien.

Le quedan tres años de Universidad. ¿Y luego?

Tengo claro que cuando termine la carrera me pasaré a profesional. Tampoco descarto que sea antes pero no quiero apresurarme para dar el salto. Empecé con Business y me cambié a Psicología. No sé. No es que me guste mucho y tengo dudas, pero sé que estudiar te aporta una disciplina.

Mucha gente se lo pregunta. ¿Por qué no se pasa a profesional cuando tiene nivel para estar con las mejores del mundo?

Me lo pregunta mucha gente. Yo estoy contenta en Arizona y creo que tengo que aprender más. Tengo que mejorar el juego, seguir como amateur e ir conociendo los campos. Tengo presión porque quiero competir a un buen nivel, pero no me planteo la presión de jugar bien para ganar dinero. En Arizona, me pagan todo y me cuidan mucho. Sí que he pensando: "Dejo los estudios y me paso a profesionales". Pero si lo pienso bien, aún no es el momento.

¿Era necesario en su carrera irse a estudiar a Estados Unidos?

En España, o me pasaba a profesionales, o no había mucha motivación. Necesitaba ir a Estados Unidos para que mi nivel subiera. Fue un cambio radical y todo es nuevo, pero me gusta estar allí.

Está lejos de su familia. ¿Tiene momentos malos?

Sí. Ha habido semanas en las que he estado muy agobiada con las clases. No llegaba. Iba a entrenar y pensaba más en las clases. Iba a los torneos y no tenía concentración ni ganas de jugar. Decía: "¿Qué hago aquí?" Aquello fue pasajero. Luego piensas que es lo mejor. Quiero seguir aquí. Además, el tiempo en Arizona es ideal. ¡No hay el frío de la Ulzama!

En diciembre estuvo en casa.

Sí. Tenía ganas de volver para ver a mi familia y comer bien. Mi madre me cocina lo que quiero...


Fuente: diario de Navarra