EL RETO DEL COCIDO

Con un magnífico ambiente golfístico, una rivalidad que para sí la Ryder quisiera y el regalo de un día casi primaveral, el pasado sábado dos cuadrillas de habituales de Gorraiz disputaron un nuevo pique, esta vez, con un Cocido y todos sus sacramentos en la Envidia Cochina de por medio. Obviamente, los perdedores pagaban, motivo suficiente para que cada jugador recurriera a sus mejores golpes y así salir a escote. Luego está eso del orgullo...

Después de que los capitanes (Nacho Lassa y Héctor Planillo) hubieran atado todas las normas de la competición a match play con handicap, los distintos partidos se fueron sucediendo con un denominador común: igualdad y lucha hasta el final en casi todos los partidos, en un campo en excelentes condiciones, aunque duro por la ausencia de lluvías, especialmente en los greenes. Finalmente, la 'juventud' se impuso a la 'experiencia' y por un apurado 3-2 (en buena parte, logrado gracias al último putt de Marcos Ansogain, de metro y medio angustioso, en el hoyo 18) y así la cuenta la pagaron ellos.

En los mil y un detalles del juego sería imposible entrar, pero si hay que resaltar un estratosférico eagle de Dionisio en el hoyo 15 con un segundo golpe magistral con su híbrido (aunque no le sirviera para derrotar a Juan), la 'encarnizada' batalla hasta el último golpe del 18 entre Marcos y Nacho, la inspiración y mayor finura que tuvo Héctor sobre el juego de Eduardo, o las volteretas que le dieron los dos Luises (Roche y Solchaga) a Josele y David, en sus respectivos partidos, agarrados al campo como auténticos linces.

Publicamos una foto del post evento (falta Héctor, cámara en mano), felicitamos a la gente de la Envidia, porque el Cocido y ellos cubrieron ampliamente las espectativas creadas, y agradecemos a los que deberían promover torneos y este tipo de duelos a que sigan en las nubes (o dónde quieran que estén), para que sigamos montando estas auténticas fiestas del golf por nuestra cuenta.

Habrá más, os lo aseguramos !!! y si quereís que os publiquemos cualquier crónica de piques, duelos o retos, no teneís más que escribirnos.